Por qué Los Creyentes No Debemos Celebrar Halloween
¿Sabía que el Halloween es una tradición que va contra nuestra fe
cristiana?
Si usted es una persona creyente no permita que su familia participe en
estas fiestas a ningún nivel.
Si sólo es cosa de niños, ¿qué tiene de malo?
Antes que nada le recordamos que esta información va dirigida a gente
que cree en Dios. Si usted no es creyente es probable que lo que va a leer le
parecerá sin sentido.
Halloween aparte de no ser una tradición cristiana, es todo lo
contrario, es una fiesta de origen satánico. Tal vez la manera en que hoy se
celebra parezca cosa de niños, pero, ¿se ha preguntado cuál es su origen?
¿Cuál es su fondo?¿ Por qué se celebra el 31 de octubre?
Entonces, ¿de dónde viene el Halloween?
El 31 de octubre es el día de la fiesta más importante de los brujos y
de los satanistas. Si usted cree que no existen personas así, está en un error.
De hecho hay países donde la Iglesia satánica está registrada. Tal es el caso
de Estados Unidos, donde en la década de los sesenta se aprobó el primer
registro de una Iglesia Satánica. Por si esto fuera poco, existen asociaciones
nacionales e internacionales de brujas y brujos. La más reconocida, con varias
divisiones y variantes, es la Wicca. Sus “congresos” y festividades no son un
secreto.
Los seguidores de las fuerzas del mal tienen varias festividades a lo
largo del año, generalmente relacionadas con ciclos de la naturaleza. Dos de
sus grandes eventos se festejan el día último de octubre, y que actualmente se
han fusionado en una sola tradición, “Halloween”. Estos festejos son el
“Sabbat” y el festival de Samhain.
Orígenes del Halloween.
El festival de Samhain era celebrado cada 31 de octubre por los celtas,
antiguos habitantes del ahora Reino Unido. Samhain era su dios y “señor de la
muerte”, y los honraban ese día ofreciéndole sacrificios de sus cosechas,
animales y humanos. Los druidas, sacerdotes de los celtas, solicitaban a
algunos pobladores que ofrecieran a un bebé o una virgen, para sacrificarla esa
noche; en la cual el “señor de la muerte” los visitaría junto con sus demonios.
Quienes se negaban a entregar la víctima eran marcados en la puerta de su casa
para que esa noche los demonios los destruyeran, y quienes cooperaban eran
protegidos de los espíritus mediante una verdura o legumbre dentro de la cual
se ponía una vela (¿no le suena parecido a lo de la calabaza iluminada?). Durante
la ceremonia los druidas se disfrazaban con las pieles de los animales
sacrificados para sacar del pueblo a los demonios que los visitaban y poder
regresar a la normalidad al día siguiente. Con las cenizas y restos de los
sacrificios los druidas hacían un rito para conocer el futuro de los siguientes
doce meses.
Por su parte el Sabbat es lo que conocemos como “Fiesta de Brujas”. En
ellas las brujas y brujos se reunían para ofrecer sacrificios a Satanás (“señor
de la muerte”) mediante ritos, actos sexuales y muerte. Existen varias
fechas especiales para celebrar sabbats a lo largo del año, pero la principal
es el 31 de octubre.
Pero el Halloween actual no tiene nada que ver con eso.
Aparentemente, pues no olvide que hay gente que está envuelta en las
fuerzas del mal y sí lo celebra en serio. Sabemos que los niños participan
inocentemente pero, ¿le parece correcto que una familia creyente celebre una
tradición satánica?, ¿aceptaría que alguien de su familia vistiera una camiseta
donde se blasfema contra Jesucristo? Entonces no meta a su casa fiestas del
enemigo de Dios.
Ahora que conoce que esta es una festividad de origen contrario a Dios,
¿le parece correcto que sus niños se disfracen como bruja y crean que es algo
bonito?; ¿mandaría a sus hijos a una celebración de una religión contraría a la
suya? Entonces no los deje festejar una tradición de una religión
ocultista y contraria a su fe y a Dios.
Pero es que todos lo celebran.
El hecho de que algo sea practicado por la mayoría o sea una tradición
popular no significa que sea correcto o que Dios lo apruebe. Recordemos las
palabras de Jesús que encontramos en el Evangelio escrito por San Mateo:
“¿por qué también ustedes desobedecen el mandato de Dios para seguir
sus propias tradiciones?... Hipócritas, bien habló el profeta Isaías de
ustedes, cuando dijo: Este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está
lejos de mí…”
No permita que la presión social y “el qué dirán” le gane a su fe; no se
contradiga entre lo que cree y lo que hace. No demuestre a sus hijos que las
cosas de Dios no importan. No les enseñe por un lado que debemos amar a Dios,
seguir sus mandamientos e ir a la Iglesia y por el otro les permita que
festejen una tradición ocultista disfrazados de Satanás, brujas, muertos,
demonios y demás. Así, ¿Cómo van a tomar en serio las cosas de Dios? Sea un
ejemplo de congruencia en su fe y respeto a Dios para su familia.
¡Manténgase firme en su fe! Cuide la vida espiritual de su casa, pues Halloween
se mueve a nivel espiritual y puede afectar a su familia.
Pero si no creo en el mundo espiritual, ¿en qué me afecta?
La realidad espiritual existe aunque usted no crea en ella; es como si
alguien no creyera en el mundo celular y microscópico porque no lo ve; pero no
por eso va a dejar de existir y de afectarle en su propio cuerpo. Igual sucede
con la realidad espiritual. Podemos ignorarla pero ahí está y nos afecta,
aunque no lo creamos. En la dimensión espiritual sólo hay dos bandos: el del
bien ( Dios) y el del mal (Satanás). De hecho el mundo espiritual es tan real
que hay gente que se mueve en él, para bien o para mal, y leen el futuro con
las cartas, café, mano, etc. Otros realizan limpias o daños, etc. Todas estas
prácticas, como la del Halloween, son del reino del mal, nos lo dicen
claramente las Escrituras.
¿Y que pasa si alguien participa por ignorancia?
Esta pregunta es una triste prueba de cómo las tradiciones paganas y
anti cristianas, como el Halloween, se han infiltrado en nuestra
sociedad, pues ¿cómo es posible que creamos que una fiesta donde todo
gira alrededor de diablos, brujas, monstruos y demonios pueda agradar a Dios?
Además usted ya no es ignorante al respecto por lo tanto sólo le quedan dos
alternativas: o permanecer del lado de Dios a pesar de las críticas o
comentarios de sus amigos y familiares o dejarse llevar por la presión social y
participar conscientemente en una tradición de la Iglesia Satánica. En otras
palabras, ¿es su fe sólo un cumplimiento social y de domingo o es realmente un
compromiso de fidelidad a Dios? Depende totalmente de usted.
ERES CATÓLICO Y CELEBRA HALLOWEE DEBE SABER ESTO URGENTEMENTE
Recomendaciones para este Halloween.
1.- Explique a sus hijos por qué no van a celebrar Halloween y no les
permita salir a pedir dulces. Hay muchas maneras y fechas para festejar a los
niños, ¿por qué hacerlo con una contraria a Dios? Celébreles el día del niño,
la llegada de la primavera o hágales una bella posada; pero no les permita
creer que el día de brujas y del festival de Samhain es algo digno de celebrar.
2.- No deje que sus hijos vayan a la fiesta de Halloween de su escuela o
pre escolar. Explíquele la razón al maestro, déjele una copia de esta
información o simplemente no lleve a su hijo ese día a la escuela. Más vale una
falta al año que participar en esto. Enseñemos congruencia.
3.- No regale dulces a los niños que piden Halloween en su casa; esto
también es una forma de participar, o por lo menos promueve que se siga
celebrando. Si vienen acompañados de un adulto explíquele y si desea entréguele
una copia del folleto.
4.- Fotocopie esta información y repártala entre sus amistades y
conocidos, sobre todo a aquéllos que creen en Dios pero no saben la verdad
sobre Halloween.
5.- Si eres joven, tú también necesitas mantenerte fiel a Dios, no
participes de las fiestas de Halloween.
6.- Si tiene un comercio no promueva el Halloween y dé a sus
clientes este texto o colóquelo en una parte visible.
Si ha participado en Halloween o cualquier otra práctica ocultista
(tabla Ouija, lectura de cartas, café, mano, limpias, astrología, consulta de
muertos, etc.) pídale perdón a Dios por hacerlo aunque haya sido ignorante al
respecto y dígale que desea tener una relación viva con él. Dios escucha los
corazones dispuestos hacia él y es grande en misericordia para perdonar y darle
su amor.
Copyright: Jose Luis Gonzalez
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