[VIDEO] “La muerte no tiene la última palabra” Repican campanas por cristianos perseguidos

                 
  
                     

                
PARÍS, 17 Ago. 15 / 12:40 pm (ACI).- Al mediodía del sábado, día de la Asunción de la Virgen, repicaron las campanas de 137 diócesis (76 francesas y 61 en 18 países), 35 santuarios y abadías, y de algunos templos ortodoxos, protestantes y anglicanos, para manifestar su apoyo por los cristianos perseguidos en Medio Oriente.

Los organizadores de esta iniciativa pidieron a través de sus redes sociales a través de su hashtag #Christian Bells, que grabaran el repique de las campanas y que enviaran las imágenes. Con ellas elaboraron un video -producido por Webelieve (la sociedad de producción audiovisual de la comunidad cristiana en Francia)- donde difundieron este mensaje para los cristianos de oriente:  

“Han pasado 2 años de terror. La muerte no tiene la última palabra. El mundo entero los apoya”.

Asimismo, según el diario francés Le Figaro, en el Santuario de Lourdes se reunieron aproximadamente 30 mil fieles. “No me siento en la tierra, sino que me siento en el reino de los cielos. Ni siquiera en mis sueños imaginé que viviría algo así”, manifestó a AFP Fatina Khalaf, una cristiana que huyó de Mosul el año pasado con su marido y sus tres hijos, y que estuvo presente durante el repique de campanas.

Entre los lugares de otras confesiones cristianas que participaron en el repique de campanas estuvieron el hospital Albert Schweitzer en Lambaréné (Gabón) dirigido por los protestantes, y la Iglesia Ortodoxa en Nîmes (Francia) que hizo sonar la“toaca” (instrumento de madera con la que los ortodoxos llaman a la oración).

         

Por otro lado, varios políticos mostraron su apoyo a los cristianos perseguidos en Twitter utilizando el hashtag #ChristianBells.

Según Radio Vaticana, el Arzobispo de París, Cardenal André Vingt-Trois envió un mensaje de aliento a Mons. Louis Rafael Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos y a Mons. Ignace Joseph III Younan. Patriarca de la Iglesia Católica Siria.

“Este gesto simbólico no va a resolver las muchas dificultades de las familias expulsadas de sus tierras ancestrales. Sin embargo les aseguro que su lealtad alienta la fe de muchos en Occidente”, afirmó.