La oración nos cambia el corazón, nos hace comprender mejor cómo es Dios, por lo que debe hacerse con libertad e insistencia, como se le habla a un amigo.
Santo Padre Francisco
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La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. Es acción de Dios y del hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre.
Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 2564
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Enseñar a rezar a los hijos, nietos, sobrinos..., tener la oportunidad de hablar con Dios junto a los más pequeños de la casa es un regalo sin precio. Nos ayuda a comprometernos con el Evangelio y aporta a la memoria de los pequeños cristiano unas plegarias que recordarán toda su vida... y transmitirán a sus descendientes.
Orar es hablar con Dios, y en cada edad los cristianos nos dirigimos a Él con su vocabulario y su forma de hablar específica. Es por esto que siempre han existido oraciones especialmente adecuadas para niños de corta edad, que se van acercando a Jesús y a su Madre, pero que aún no comprenden bien el significado de las grandes oraciones cristianas.
Oración al Niño Jesús
Jesusito de mi vida,
tu eres niño como yo,
por eso te quiero tanto
y te doy mi corazón,
tómalo, tómalo,
tuyo es mío no.
tu eres niño como yo,
por eso te quiero tanto
y te doy mi corazón,
tómalo, tómalo,
tuyo es mío no.
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