Sacerdote
Las narraciones tocan las fibras sensibles de quienes lo leen, pues son historias frescas, reales, íntimas, llenas del amor de Dios.
Durante el año sacerdotal un equipo de religiosos legionarios de Cristo de Roma organizó un concurso internacional para sacerdotes. Se recopilaron casi mil historias reales de sacerdotes de todo el mundo. De entre ellas este libro contiene una selección de las cien vivencias sacerdotales más bellas e impactantes.
A lo largo de ocho capítulos se puede conocer más de cerca quién es el sacerdote católico. Historias de sacerdotes que trabajan en zonas de guerra, en cárceles y en centros de rehabilitación de drogadictos. Sacerdotes que ayudan a matrimonios en conflicto, o que simplemente relatan impactantes experiencias en que se ve la mano de Dios actuando a través de ellos.
Las narraciones tocan las fibras sensibles de quienes lo leen, pues son historias frescas, reales, íntimas, llenas del amor de Dios. El prólogo, escrito por el P. Jacques Philippe, profundiza en los aspectos centrales del sacerdocio. El actor Eduardo Verástegui comentó: "Qué emocionantes historias. Son un verdadero alimento para el alma".
Aquí algunas de ellas:
El sacerdote no puede huir: Algo que me marcó en mi ministerio sacerdotal fue enfrentar la muerte con los soldados
Un confesor en el Santo Sepulcro: Ver a muchos dudar y no acercarse al Confesionario, me apena
Sacerdote a los 14 años: Quería defender el llamado a la vida sacerdotal a esa edad
Saber encontrar a Dios: El creyente debe saber leer su historia en clave de fe, sabiendo que la mano de Dios está siempre en nuestra vida
La unción de los enfermos: Su hija de 8 meses tenía un tumor en el ojo y la semana siguiente la operaban
Dios dirigió mis pasos: Fue algo impactante el ser instrumento del Señor para dar la gracia a este niño y confortar a la familia
Sentí una llamada: Experimenté la gracia de la acogida y la escucha a la que Dios directamente me llamaba
Por las calles de Montevideo: Atropellada por un autobús una mujer vuela por los aires y cae sobre el pavimento
Susana fue al Cielo: Rápidamente me confesó su principal carencia: «Padre, no estoy bautizada»
Más de 80 años sin confesarse: Cierto día, uno de los misioneros me pidió llevar la comunión a una señora muy anciana...
¿Por qué no se va?: Me quedo al pie de su cama, para verlo morir
Tu cuchillo no sirve: Gracias, Señor, por haberme hecho instrumento de tu gracia sanadora, restauradora, santificadora, iluminadora y consoladora
Un sacerdote no nacido: Aquel niño es uno de los sacerdotes que acaban de ser ordenados aquí
Beso sus manos sacerdotales: No podré olvidar la primera vez que se acercó a mí y me extendió su mano...
Cinco panes y dos peces: Lo que nos impresionaba era tocar con tanta claridad el misterio
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