EDUCAR ES AMAR JOSE LUIS GONZALEZ

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La violencia contra cualquier persona es contraria al mensaje de de Jesús


Por: Dra. Claudia Jaquelina González Trujillo | Fuente: Catholic.net 




 "¿Qué sucede en el corazón del hombre? ¿Qué sucede en el corazón de la humanidad? ¡Es hora de parar!".
Estas son palabras de SS Francisco. La violencia contra cualquier persona es contraria al mensaje de Jesús: "Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros" (Jn 13:34).
El Santo Padre señala "La paz empieza en casa. ¡Entre nosotros! Después se extiende a toda la humanidad… ¡pero debe comenzar en casa!".
 
La violencia doméstica afecta a millones de personas. Puede suceder en todas las edades y todos los orígenes económicos, educativos, culturales y religiosos. Sin embargo, el 95% de las víctimas son mujeres violentadas por hombres. La violencia contra la mujer de ninguna manera puede ser justificada.
Cuando existe violencia contra la mujer, se están violando los principios básicos cristianos: dignidad, igualdad, solidaridad, respeto y paz.
Este tipo de comportamiento proviene de patrones aprendidos en el que el agresor gana y mantiene el poder y control sobre la víctima a través del miedo. Puede ser física, emocional, sexual, económica y/o patrimonial. Muchas víctimas han sido llevadas a creer que no valen nada, que los problemas existentes son su culpa. Llegan a cambiar y negar su propia personalidad e identidad. Se anulan a sí mismas. Con el paso del tiempo, la violencia se va incrementando y pasa con mayor frecuencia haga lo que haga la mujer.
Cuando los hombres han vivido violencia, se pueden volver agresores pues no son conscientes de esta repetición de patrones. No saben cómo escapar el ciclo de violencia. Por tal motivo es necesario buscar ayuda y recordar lo que la Santas Escrituras nos indican:
 "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo" (1 Pedro 3:7).
El Compendio de la Doctrina Social Cristiana (2005) señala que la importancia del amor dentro del matrimonio pues gracias a  este amor cada persona es reconocida, aceptada y respetada (No. 221).
El amor, afirma el Compendio, es esencial para los seres humanos. Pero el amor marital es más que sólo emociones o expresión sexual. Es un don pleno y total, marcado por la unidad y la fidelidad. Además, la naturaleza del amor conyugal requiere que la unión marital sea estable (No. 225).
Si alguna persona está pasando por esta situación, ayúdela a buscar ayuda. Hable con alguien en quien confíe, como un párroco, un asesor familiar o psicólogo.

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