EDUCAR ES AMAR JOSE LUIS GONZALEZ


El amor de los esposos es un amor de amistad: una atención continua en dos direcciones.


El amor busca el bien de la persona amada. El amor es capaz de trabajar "sólo" y sin correspondencia, pero lo más grande en este mundo es cuando dos amores se encuentran. Entonces se crea la amistad: un amor que va y viene en las dos direcciones.

Con una precisión admirable, Santo Tomás define el amor de amistad como el ser amigo de un amigo. Es un puente que se construye contemporáneamente desde las dos riberas: cada amigo está permanentemente haciendo saber al otro su amistad, evitando todo lo que le molesta y buscando lo que agrada. Entre los esposos tienen que verificarse esta definición: se amigo del amigo. Un amor así sabrá superar las dificultades que se presenten en la vida ordinaria y evitará que se formen "goteras". Preguntaos qué haría un amor de amistad en las siguientes situaciones, situaciones que algunas parejas han descrito como gotas que derramaron el vaso.

* Hubo problemas porque no quiso irse temprano de una fiesta a pesar de que yo me encontraba muy mal.

* Todos lo domingos, por una razón u otra, mi esposa se levanta tarde y no está lista hasta la 1.00 p.m. La última vez me dejó sin desayunar y esto me puso de pésimo humor.

* Todo el tiempo me recrimina que trabajo demasiado y es muy molesto luchar por el bienestar familiar y que te estén recriminando tu labor de forjar un futuro para los que vienen detrás.

* Un marido decide cambiar de empresa y de ciudad sin consultar a la esposa. Ella explota.

* Me entero por terceras personas de sus cambios de planes.

Un secreto para hacer crecer extraordinariamente la amistad es hacer algunas cosas en común. Por algo se ha dicho que el amor no es mirarse uno al otro a los ojos sino mirar juntos en una misma dirección. Para que sea así, es fundamental establecer juntos unos objetivos claros y motivadores, que den siempre la energía necesaria para superar las dificultades del camino. El primer objetivo es el bien de los mismos esposos. Pero el amor es difusivo por su propia naturaleza y, por eso, se va expandiendo a otros objetivos como los hijos, la comunidad, la Iglesia, los pobres, etc. La amistad de los esposos es una amistad abierta y no cerrada sobre sí mismos. Así, la vida de la pareja es una creación continua: un arte que cultivar, una ciencia que estudiar y una capacidad que desarrollar.

El amor de los esposos es un amor de amistad: una atención continua en dos direcciones.
Por: Michael Ryan Grace | Fuente: Catholic.net

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