VATICANO, 23 Mar. 15 / 12:17 pm (ACI/EWTN Noticias).- “Piensen en los grandes silencios de la Biblia”, invitó el Papa Francisco a fieles reunidos en el paseo marítimo de Caracciolo durante la última etapa de su visita a Nápoles (Italia), al momento de recordar que Dios es el Dios de las palabras, de los gestos y también de los silencios.
El Pontífice hizo esta reflexión al responder a la pregunta de una joven que quería saber cómo interpretar el silencio de Dios frente a las dificultades y la corrupción, y cómo responder a ellos dando signos de esperanza.
“Dios, nuestro Dios es un Dios de las palabras, es un Dios de los gestos, es un Dios de los silencios”, explicó el Papa Francisco.
“El Dios de las palabras sabemos cómo es porque en la Biblia están las palabras de Dios: Dios nos habla, nos busca. El Dios de los gestos es el Dios que va...Y después está el Dios del silencio. Piensen en los grandes silencios de la Biblia: por ejemplo, el silencio en el corazón de Abraham cuando iba a ofrecer en sacrificio a su hijo”
“Pero el silencio más grande de Dios fue la Cruz: Jesús sintió el silencio del Padre hasta definirlo 'abandono'...Y después ocurrió aquel milagro divino, aquella palabra, aquel gesto grandioso que fue la Resurrección”, afirmó.
El Santo Padre indicó a los fieles que “nuestro Dios es también el Dios de los silencios y hay silencios de Dios que no pueden explicarse si no se mira al Crucifijo. Por ejemplo ¿por qué sufren los niños? ¿Dónde hay una palabra de Dios que explique porqué sufren los niños? Ese es uno de los grandes silencios de Dios”.
“Y no digo que el silencio de Dios se pueda 'entender', pero podemos acercarnos a los silencios de Dios mirando al Cristo crucificado, al Cristo abandonado desde el Monte de los Olivos hasta la Cruz...”, añadió.
“Pero ‘Dios nos ha creado para ser felices’...Sí, es verdad”, aseguró el Papa, “pero tantas veces calla. Es verdad. Y yo no puedo engañarte diciendo: ‘No, tú ten fe y todo te irá bien, serás feliz, tendrás suerte, tendrás dinero...No, nuestro Dios está también en el silencio”.
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