(ACI).- “Hay una certeza de casi un 98 por ciento de cómo eran… es el rostro que sugiere el cráneo, no hay subjetividades”, señaló el P. Luis Ramírez, Prior del Convento de Santo Domingo de Lima (Perú), al referirse a la apariencia de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y San Juan Macías, elaborados tras una reciente investigación científica.
En agosto de este año se dio a conocer al mundo el rostro de Santa Rosa de Lima y tal como señaló el P. Ramírez en declaraciones a ACI Prensa, el de San Martín de Porres se conocería en noviembre, durante los cuarenta días en honor al fraile de la escoba.
Con respecto a San Juan Macías, el sacerdote señaló que su rostro sería mostrado alrededor de la fiesta del Santo (18 de septiembre) y ya se ha confirmado que la presentación se realizará el sábado 26 a las 8:00 p.m. en la Basílica del Santísimo Rosario del Convento de Santo Domingo en Lima.
A su vez el religioso puntualizó que ya está todo coordinado para que los científicos brasileños viajen a Lima para dar a conocer los resultados de sus descubrimientos.
“Se puede llegar a descubrir cómo vivían, qué sufrían, qué les pasaba porque al final y al cabo es una investigación científica propiamente dicha”.
En este sentido, el P. Ramírez, que ya ha recibido parte de los resultados y ha visto también los rostros de San Martín de Porres y San Juan Macías, adelantó a ACI Prensa algunos datos poco conocidos que revelan los cráneos de estos tres santos dominicos.
“Gracias a esa investigación, sabemos que San Martín de Porres tenía ruidos en los oídos muy fuertes. Entonces el señor científico decía que este es un hombre que ha sufrido mucho… Tenía el desgaste del maxilar y ese desgaste produce ruidos en el oído”, describió el Prior dominico.
“Santa Rosa de Lima sufría de jaquecas muy profundas. San Juan Macías, a él le fue un poco mejor, no le fue tan mal en ese sentido”, añadió.
Al consultarle sobre su impresión cuando vio el rostro de Santa Rosa de Lima, el sacerdote mencionó que “en principio yo vi una chica porque estábamos acostumbrados a ver la imagen de un santo muy hermoso o muy hermosa o muy bien elaborado, pero yo vi una mujer normal y ahí pues recuerdo que el Señor nos invita a la santidad a todos y todas desde nuestra vida cotidiana y ordinaria”.
Finalmente el P. Ramírez describió a los tres santos como “personas que optaron por una vida de seguimiento al Señor, vivir una vida en Dios… Ese es el impacto de decir: ‘pero se ve tan normal, se ve tan ordinario, se ve tan cotidiano que cómo es que pudo haber sido tal cosa y cual cosa’. Pero así era y nosotros estamos invitados a eso… Todos podemos, ¡sí podemos!”
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