EDUCAR ES AMAR JOSE LUIS GONZALEZ

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La tarde del 15 de marzo de 2002 un joven norteamericano, William Glisson, sufrió una violenta caída de gravísimas consecuencias debido a un fuerte traumatismo craneal...


Por: Hna. Juliane Vasconcelos Almeida Campos, EP | Fuente: es.arautos.org / guanelianos.org 




La tarde del 15 de marzo de 2002 un joven norteamericano, William Glisson, patinaba sin casco a gran velocidad por una calle de Springfield, en Filadelfia, cuando sufrió una violenta caída de gravísimas consecuencias debido a un fuerte traumatismo craneal.
Fue trasladado al hospital en estado de coma y sometido a varias operaciones los días subsiguientes. Sin embargo, su situación se agravaba cada vez más y le quedaban pocas esperanzas de sobrevivir, en la mejor de las hipótesis con secuelas muy desafortunadas. Cuatro días después del accidente, en la solemnidad de San José, la Dra. Noreen M. Yoder, amiga de la familia, le entregó a la madre de William dos reliquias del beato fundador de la orden religiosa a la que pertenecía el hospital donde trabajaba, y le aconsejó que recurriera a él para conseguir la curación del muchacho.
La piadosa mujer sujetó una de las reliquias a la muñeca de su hijo y mantuvo consigo la otra, para pedirle un milagro al bienaventurado. Enseguida se organizó una cadena de oraciones en esa intención.
Contra todos los pronósticos médicos el joven empezó a reaccionar y veinte días después recibía el alta, tan sólo con la prescripción de realizar una terapia funcional neuromotora.
Transcurridos ocho meses del accidente, completamente restablecido, volvió a trabajar de carpintero en la empresa de su padre. Ese milagro, realizado por la intercesión del beato, permitió cumplir la última exigencia para el proceso de su canonización. Y fue elevado a la honra de los altares, en las filas de los santos de la Iglesia, el día 23 de octubre de 2011, en la Plaza de San Pedro, en Roma.
¿Quién es ese intercesor? Luis Antonio Guanella Bianchi, fundador de la Congregación de las Hijas de Santa María de la Providencia y la de los Siervos de la Caridad, conocidos también como guanelianos.

Don Luis Guanella murió en Como el 24 de octubre de 1915. Proclamado Beato por Pablo VI el 25 de octubre de 1964, declarado solemnemente santo por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2011. Su cuerpo es venerado en el Santuario del Sagrado Corazón en Como. Sus hijos espirituales están en numerosas partes del mundo como granos de levadura para difundir y hacer crecer la "buena noticia" vivida y encarnada desde hace más de un siglo por su santo fundador: la de un Dios que es padre cariñoso con todas sus criaturas, pero de modo especial con aquéllos que en la familia humana son los "despojos" es decir, los más pequeños y los más débiles, sobre los cuales la Providencia se inclina cada día al despuntar el sol.
El secreto de su santidad como modelo a ser seguido: abandonarse en las manos de la Providencia Divina, seguros de que por mucho que los hombres actúen, è Dio che fa.

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