REDACCIÓN CENTRAL, 02 Feb. 16 / 02:26 pm (ACI/EWTN Noticias).- Al recientemente abierto templo de Lucifer en Colombia se han sumado una serie de sectas satánicas que se han expandido por América Latina y recibido particular difusión recientemente en Perú. ¿A qué se debe este fenómeno y cómo puede afectar a los familiares de los que se suman a las filas de estas sectas? El famoso exorcista español José Antonio Fortea da importantes respuestas.
El 30 de enero el semanario “Somos” del diario peruano El Comercio publicó imágenes y declaraciones recogidas durante una sesión de la autodenominada “iglesia mayor de Lucifer” (IML). El grupo se habría establecido en Perú a fines del año pasado.
“Yo soy el centro de la Encrucijada, la X, el eje dentro del remolino del caos y la oscuridad”, pronunciaron los adeptos de la secta durante la sesión satánica, según reporta la revista. Los participantes estaban vestidos de negro con diversos amuletos de estrellas de cinco puntas invertidas y figuras demoníacas.
La IML, creada en la víspera de Halloween de 2015 en Old Spring Town, Texas (Estados Unidos), asegura tener actualmente sedes en otros países de América Latina como Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Paraguay.
En su página de Facebook, los satanistas sostienen que “‘Lucifer’ significa ‘portador de la luz’, y esta luz es el conocimiento liberador que puede convertir al ser humano en un dios”.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Fortea indicó que “la idea de que Lucifer es un ser de luz no es nueva. Sin embargo, aunque sus adeptos insistan en repetir tal cosa, lo representan como un ser de oscuridad, maléfico y de sentimientos completamente tenebrosos”.
“Ni ellos mismos se creen eso de que ese ser sea un sembrador de la luz. Afirman que es luz, pero lo pintan del modo más siniestro posible”, destacó.
El exorcista español lamentó que “en nuestra generación, cada vez más alejada de Dios, va aumentando el número de insensatos que se dirigen conscientemente hacia un camino de plena oscuridad”.
“El problema es la sociedad sin Dios que se va extendiendo por todo el planeta. Una inmensa sociedad sin religión cada día más hostil con los cristianos”, indicó.
Consultado sobre si los familiares y personas cercanas a los miembros de estas sectas deben temer algún daño demoniaco, el sacerdote explicó que “los padres, hermanos y vecinos de personas adoradoras del demonio no les deben tener miedo. El demonio no puede hacernos el mal que quiere”.
“Los demonios si pudieran hacernos más daño, lo harían. Pero Dios pone barreras que no pueden traspasar”, señaló.
El P. Fortea aseguró que “la oración es siempre efectiva” para ayudar a las personas que han ingresado a sectas satánicas las abandonen.
“Las plegarias que hacemos a Dios y los santos siempre llegan al corazón de los seguidores de Satanás”, subrayó.
Si bien es cierto que estas personas “pueden resistir esas gracias” de Dios, “si ellos resisten, nosotros podemos insistir”, alentó.
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